A poco de casarme, un poco por evadir una fiesta de despedida de soltero y otro poco por darle el gusto al Maestro, con Leo Oyola se nos ocurrió la idea de ir a Camilo Aldao, la mismísima cuna del Conde Lai.
Algo de lo que vivimos, lo cuento en esta crónica que escribí para revista El Ansia
http://www.revistaelansia.com.ar/blog/?p=196