jueves, 31 de mayo de 2012

Criminis Causa de festejo

Héroe fatal es un micro cuento que escribí para revista miNatura. Trata de un pulpero y el lobizón. El blog del periodista y escritor Juan Carra, Criminis Causa, lo acaba de subir. Es mi regalo para el cumpleaños del blog. También podrás leer aportes de Selva Almada, Fernando del Río y una pila de talentosos colegas:
http://criminiscausa.blogspot.com.ar/2012/05/heroe-fatal-por-juan-guinot.html

miércoles, 30 de mayo de 2012

Ganarle a los ingleses. Lo escribí para Radio América AM1190-Nobleza obliga

La jovencita está sentada sobre el verde césped. Arranca un pastito, lo huele y mira al horizonte con ojos encendidos. No juega ningún deporte de pelota, pero como un héroe del balón pie que en el futuro la emulará, tiene un sueño: vestir los colores de su país y ganarle a los ingleses. Lo dice a los cuatro vientos
. Del lado de uno de los vientos, le llega una voz. Se agazapa. Cree que es una broma. Pero, más allá de la pasividad del rebaño paciendo, en el prado, no se ve un alma. La voz regresa, le dice que se presente ante el Rey para hacer lo que la historia ha guardado para ella: liberar al país de la ocupación inglesa.
Y no pierde tiempo.
Los primeros en escucharla son sus padres, luego unos vecinos. Y estos contarán a los del pueblo cercano lo que la chica dice que sucedió. Pero ella no va esperar a que la acción repetidora de la chusma (con sus distorsiones incluidas) llegue donde están los que mandan.
Con sus pocos años a cuesta, se monta al caballo y se apersona en las puertas del castillo. Los de seguridad la escuchan. Ella dice que viene para comandar las tropas y liberar al país de la invasión inglesa. Y dice que se lo dijo Dios. Los de la Guardia no entienden un soto. Pero es tan llamativo lo que esta flaquita vestida como pibe cuenta, que llaman al Capitán. Para Francia, son momentos difíciles. La sangre de la derrota baña los campos de combate y las sombras de la garra inglesa ensombrecen la tierra de este pueblo.
A riesgo de ligarse una patada en el culo, el Jefe de la Guardia habla con su superior y la cadena de mando, finalmente, lleva a oídos de monarca lo que la chica de la puerta acaba de manifestar. El Rey, perdido por perdido, piensa que jugar una ficha a la piba que dice venir de parte de Dios para sacar a los invasores, no es mala opción. Razona que, cuanto menos, es una buena línea argumental, la de la Fe, para aglutinar a los soldados y al pueblo desesperanzados. Que a esta altura, con todo en contra, hasta meterla con la mano, vale para ganar el partido. La hace pasar al Castillo, vestir con uniforme, calzar una espada y ponerla al frente de un grupo de milicianos.
El Rey no se ríe de lo que está ordenando, su vida pende de un hilo, pero no deja de disparar una mirada recelosa a la joven, cuando la despide a las puertas del castillo. Y no emite comentario alguno, tan solo, porque nota que hasta sus más leales y concienzudos servidores de armas, han creído en las palabras de la pastora mari macho.
Pasan los días y el raid del equipo de la chica conmueve al pueblo. En acciones de combate de singular destreza y originalidad táctica, corren a las líneas enemigas. Los ingleses reculan, arrugan, le tienen miedo a la que vino a darles para que tengan, y ensartarlos con su espada, en nombre de Dios. El ánimo cambia en el pueblo y es la ídola indiscutible. Ella, con la idea fija de sacar carpiendo a los ingleses, no se detiene en las mieles del éxito. Pide ir por más y la apoyan, porque creen que es más seguro tenerla lejos del Palacio.
 La piba vestida de varón, mientras multiplica sus seguidores en los milicianos y el pueblo, empieza a generar enemigos en el entorno del Rey.
Como en el futuro se sabrá que la billetera mata galanes, en este momento la ídola de multitudes, está a punto de conocer que la envidia mata héroes.
En un camino de éxitos continuados, apoya la consolidación de un reinado que se fortalece y, más bien, piensa en negociar con el enemigo un futuro de convivencia desconfiada, que devastarlo en combate. Ella se entera de los planes cuando la invitan a bajarse del caballo y enfundar la espada, para dedicarse a menesteres de salón. No puede, las voces le siguen diciendo que no es momento de aflojar, que si a los ingleses no se les termina de dar una buena zurra, van a desangrar otros pueblos del mundo.
Y ante su planteo, la heroína aprende que, cuando tu ímpetu y habilidades no son funcionales al poder, pasás de genio a loco en un abrir y cerrar de ojos. Eso, hacen con ella. La entregan al enemigo como parte de la negociación que consolidará los puentes (y túneles) entre dos socios estratégicos: Inglaterra y Francia.
A sabiendas que a aquella que había nacido de un mito religioso solo se la puede desacoplar del amarre con el pueblo instalando un anti-mito, se le monta un juicio de esos que la Iglesia trae a la Tierra por orden del Creador. La heroína es acusada de bruja y procede la Santa Inquisición.
La chiquilina con heridas de combate visibles, ante esta situación injusta, no logra ocultar que se desangra por los tajos de su alma. Escucha las blasfemias y, en vano, se defiende. El juicio express estaba perdido antes de empezarlo. Y, atada a un palo, ve como las llamas borran las miradas tristes de un pueblo que cree en ella, ante el avance de las llamas, pone la espalda, con la pasividad de un rebaño paciendo, para que la injusticia los marque con fuego.
Juana de Arco murió un 30 de Mayo.

jueves, 24 de mayo de 2012

Cuando tenía 13 años, el escritor Juan Guinot se fue a anotar a la Municipalidad de Mercedes para pelear en la Guerra de Malvinas, por su edad no lo llamaron pero esa pequeña anécdota fue una de las imágenes disparadoras que tuvo para escribir su primera novela publicada llamada “2022 – La guerra del gallo”. Masi, el protagonista de la historia y un ex no-combatiente, tiene mucho del autor ya que algunas de las situaciones que aparecen a lo largo del libro han pasado realmente. La publicación se editó con muy buenas críticas tanto en España como enla Argentina.
¿Por qué le pusiste “2022 - La guerra del gallo” a tu primera novela publicada?
Esta novela tiene que ver con la Guerra de Malvinas. La historia comienza el 2 de abril de 1982 y el desenlace es cuarenta años después de la guerra. Por eso lo de 2022. En cuanto a la guerra del gallo puedo contarte que el protagonista (Masi) actúa solo, es como un gallo de riña, un solitario que se las tiene que ver hasta el final, con lo puesto, con los piratas.
¿Cuál fue la imagen disparadora?
El cuarto de mi casa, en Mercedes, cerca de las seis de la mañana, del dos de abril de 1982. Mis viejos entraron enloquecidos para despertarnos y darnos la buena nueva: habíamos recuperado Las Islas Malvinas. Otro hito que dio cuerpo a la historia es que me fui a anotar ala Municipalidadde Mercedes para pelear en la guerra. Tenía 13 años. Por suerte, nunca me llamaron.
Para ver la nota completa que me hizo Mauro Yakimiuk: http://slt.telam.com.ar/noticia/la-genesis-del-protagonista-es-bastante-autobiografica_n1007

Pirata Kidd: Capitalismo de anticipación - Lo escribí para Radio América AM 1190-"Nobleza Obliga"

Finales del siglo XVIII. En el Caribe aparece un piloto de tormentas, uno de esos que no le hacen asco a nada, siempre y cuando reciba mucho, pero mucho oro. El tipo se maneja entre las olas como pez en el agua y logra tener, desde Inglaterra, la patente de corso. Es ambicioso. Apuesta el todo por el todo porque sabe que en su diccionario la palabra perder no existe y que en sus manuales de procedimientos los medios, son sin límite moral alguno, si conducen al fin último: hacerse mega-multi-híper-millonario. Para captar marinos arma una especie de sociedad anónima. Les propones a los bribones quedarse con un punto de las ganancias que le tocan por la tarea de Corsario. Él se queda con la mayoría accionaria y el poder de decisión. Se hacen a la mar. Interceptan algún que otro barco pirata de baja monta. Ni una de las naves apresadas arroja los beneficios mínimos como para mantener a la tripulación con la panza cargada y el vaso medio lleno (y dividendos ni hablar). La nave se va a pique si el Capitán no toma una rápida decisión: encerrado en su camarote vuelve sobre el manual de medios y reordena el plan original de hacerse millonario. Ha visto demasiados barcos llenos de mercancía y piratas que no los asaltan como se debiera, como para entrever cuál es su nicho de mercado: hacerse pirata. Y arranca con un raíd que no hace más que demostrar que lo suyo era eso: manotear con crueldad lo que otros cargaban en las bodegas con el sudor de su frente. Su trabajito, encontró una red de comerciantes que derramaban las ganancias ilícitas hasta en los más encumbrados hombres de negocios y de la política de Inglaterra. Pero el negocio se le va de las manos, justo cuando su mano imprudente le parte el cráneo a un pirata colega y a los que, desde los palacios lustrosos, controlan todo, les cunde el temor. A este pirata que los forra de tesoros, si no lo paran a tiempo, terminará cepillándolos a ellos. Ese es el tema del crecimiento vertiginoso. La ambición apareada del éxito siempre trae como polo opuesto al temor apareado con la envidia. Al pirata deciden cambiarle las reglas sin que se entere. El tipo, pleno de soberbia, no se cree eso que dicen, que vienen por él. Llega lo más campante al puerto y ahí lo pescan de las pestañas. Un juicio, de trámite Express, lo pone delante de una horca junto a otros compañeros de aventuras. El pirata se ríe de la escena. Está convencido de que esos que lo necesitan para seguir siendo ricos van a ayudarlo. Le ajustan la cuerda. Sueltan el banquito, la cuerda aprieta la tráquea, se le corta la respiración y la soga se corta. Cae el piso, se ríe de él, porque se había creído que le tocaba la hora. Y piensa en la ley, esa que salva al condenado que es sometido a una ejecución fallida. Pero no le dan tiempo, en el momento deciden cambiar la soga, lo vuelven a subir al banquito. El pirata les dice que deben hacer caso de la ley. Nadie le contesta y el silencio, antes de volver a empujar el banquito que lo va a matar, le suena a “no me vengas vos ahora con eso”. El pirata William Kidd muere un 23 de mayo. Su cuerpo quedará por años colgado de un puente de Londres para que los demás miren, y se enteren, de qué se trata esto del ascenso cuentapropista.

miércoles, 23 de mayo de 2012

Plato volador

20.05.2012
Pego los ojos a la ventanilla. Al costado de la ruta pasan las formas nocturnas de los árboles. También pasa el tiempo que acumulo sin ver un plato volador.
Me separo del vidrio, saco con la mano la marca de mi aliento.
Mi viejo, entre bostezos, dice que, cuando vivían con mamá, en la quinta, se les apareció un ovni del tamaño de un pomelo. Le digo que no me cuente más esa historia, que escucharla me envenena porque soy el único de la casa que no vio un ovni. Resopla.
Le recuerdo que los mellizos, que todavía tienen dientes de leche, vieron la famosa bola de luz que llegó hasta Aeroparque y yo, que ya tengo pelos en las patas, no paso de satélites y estrellas fugaces.
No me vuelve a hablar, se refriega los ojos con los dedos de la mano derecha y la devuelve al volante.
Mueve la cabeza a ambos lados y el cogote rechina como el piso de madera de casa, ese que, él dice, pisan los fantasmas.
Continuamos viaje en silencio.
Al frente, mucho más adelante de las luces de nuestro auto sobre la ruta, la panza de la luna llena muerde un pedacito del horizonte y el destello llega al capot turquesa de nuestro Polara. Me da bronca no haber visto un plato volador. No soy ambicioso, no espero ver, de primera, a Darth Vater o ET, me conformo con la nave más chiquita de todas las que salen en Encuentros Cercanos.
Y termino de decirlo y de esa luna enorme brotan dos luces. Se me hace un nudo en la garganta. Papá putea.
Las dos luces se agrandan y se montan al capot del Polara. Suena a chapa doblada la luna que estalla en mil estrellas.
El horizonte partido de destellos es mi vuelo.

lunes, 21 de mayo de 2012

Antología de relatos de boxeo

Finalmente llega el libro que más va a pegar: 12 ROUNDS. Esta antología de relatos (Marcos Almada y Marina Kosodij son los antolagores y la publica Ed. Lea) cuanta con la participación de los escritores Nicolás Fierro Correa, Marcelo Gabriel Guerrieri, Juan Marcos Almada, Gabriela Cabezón Cámara, Clara Anich, Juan Guinot, Marcelo Luján, Hernan Brignardello, Patricia Suárez. El prólogo es del campeón Sergio Víctor Palma (en la foto, estamos comiendo con él). En semanas, en todas las librerías del país (si te acercás a ojearlo, andá con la guardia en alto).

domingo, 20 de mayo de 2012

Postales de Azabache 2012

Junto a José María Marcos enla Carpa del Agua.
El equipo completo que habló de Philip K Dick: Ricardo Ruiz, Ricardo Romero, José María Marcos y, mi doble dickeano, Esteban Castromán
Ricardo Ruiz y la familia de revista Insomnia
Postal de La Bodeguita, pressentación de mi novela junto a Carlos Marcos y Carlos Salem

viernes, 18 de mayo de 2012

Lectura en Mendel Libros

La escritora Gilda Manso organiza un ciclo mensual en Mendel Libros. La librería, de reciente inauguración, es súper acogedora, tiene un gran catálogo de libros y un entre piso para ciclos de lectura. De paso, te digo, que en Mendel Libros está mi novela "2022-La Guerra del Gallo" (calle Paraguay 5163).

miércoles, 16 de mayo de 2012

Juan Rulfo - apertura que escribí para Radio América AM1190 - Programa Nobleza Oblilga

Antes del punto. El niño está desolado. Acaba de morir su padre. Lo acaricia el aire seco y cargado de tierra del pueblo. Le tiembla todo el cuerpo cuando queda delante de su mamá. No llega a preguntar porque ella se anticipa: “lo asesinaron y punto”. El punto cae al final de la oración breve, tan corta como la vida del padre, tan pesada como la lápida que el secreto de su muerte. El niño pasa días y días buscando la manera de entrarle a la madre, pedirle más explicaciones y sacarse ese punto de encima. Pero una madre cada vez mas huraña, se va alejando de él, y de la vida, para dejarlo huérfano, lleno de dudas. El pequeño cae en un orfanato religioso. El punto, ese que clausura su pasado, pasa a ser su principal obsesión. Una biblioteca enorme, la del sacerdote que lo protege, le da las herramientas. Entiende que por las letras están los instrumentos. Cree que, con palabras, construirá un espacio esclarecedor, justo antes de ese punto, el de clausura, dejado por su madre. Descubre que con una los golpes en las teclas que hieren las hojas blancas, ha ideado una máquina del tiempo. A la izquierda de ese punto, el joven escritor, empieza a meterse en su pasado. Pasan muchos años de doble vida: el hombre normal, el empleado, y el otro, el viajero literario que hurga entre los espectros. Al fin llega el momento: una beca le da el sustento para largar el trabajo y se mete de lleno a escribir. Su máquina del tiempo, se topa con un personaje, Pedro, quien decide regresar a su pueblito, Comala, para reencontrarse con su padre. La búsqueda lo lleva a un caminar sobre las huellas de sus pasos. En cada pisada, hacia atrás, Pedro se descubre adentro de un mundo fantasmal, sin vida. Y el escritor, de lleno en la historia que sus manos escriben, nota que no es Pedro, sino él quien viaja a ese pueblito, y que al punto implantado en la frase de su madre puede empujarlo al horizonte (ese que lo espera con el fin irremediable de la vida) con más y más palabras. Y metido en el sufrimiento del tránsito temporal hacia atrás, donde solo habitan fantasmas, piensa que la cosa no es si querés volver, sino si te conviene volver a tu ciudad natal o, lo que es lo mismo, a tu pasado. El escritor es Juan Rulfo, quien nació en un pequeño pueblo de México llamado Sayula, un 16 de mayo de 1917.

martes, 15 de mayo de 2012

Postales del Festival Azabache

El domingo terminó la segunda edición del Festival Azabache. El grueso de la temática tenía que ver con el género policial.
Entre los expositores del policial pude encontrarme con amigos que admiro como Carlos Salem, Leo Oyola, Kike Ferrari, Gabi Cabezón, María INés Krimmer y Natalia Moret. El género negro también incluyó el terrar con un claro mensajero: José María Marcos. No falto lugar para lo erótico (Ale Zina, Carlos Marcos) y lo delirante (Fernando Figueras).
Y, desde lo emergente, irrumpieron de lo criminal y canalla irrumpieron Nicolás Correa, Marcos Almada, Enzo Maquerina y Gonzalo Unamuno. Los créditos marplatenses fueron Juan Carra, Fernando del Río, Gabriel Balmaceda y Javier Chabrando.
El equipo se completó con Jon Lee Anderson, Vicente Battista,Gabriel Rolón, Sebastián Chilano, Rodolfo Palacios, Juan Sasturain, Federico Andahazi, Josefina Licitra, Cristian Alarcón, Leopoldo Brizuela, Ricardo Romero, Reynaldo Sietecase, Sebastián Hacher, Jorge Fernández Díaz, Osvaldo Aguirre, Mercedes Giuffré, Juan Terranova, Guillermo Orsi, Gustavo Nielsen.
Mi participación fue la de presentar (junto a Carlos Salem y Carlos Marcos) mi novela "2022-La Guerra del Gallo" y formar parte de la mesa sobre Philip K Dick (junto a Ricardo Romero, José María Marcos y Ricardo Ruíz) sobre esta mesa en particular debo agradecer el apoyo de Esteban Castromán, quien puso voz donde yo ya no la tenía y leyó el texto que escribí para presentar al gran PK Dick (que podés usar, copiar y replicar donde quieras, eso sí, citá la fuente):
Es 16 de diciembre de 1928 nacen mellizos: nene y nena. Salen al mundo un mes y medio antes de lo esperado, y no del todo preparados para soportar el ataque de la nueva vida.
A las semanas de nacer, la nena muere, justo el día en que debería haber nacido. Entierran el cuerpito y en la lápida escriben su nombre, pero, sobre el mármol, dejan en blanco el lugar para imprimir las letras del nombre de su hermanito, cuando le toque el turno de partir.
El nene crece con el fantasma de su hermana. Los padres lo pescan en la habitación hablando a la nada, pero como si lo hiciera con la melliza. Se quedan en silencio. Escuchan que él le dice a su hermanita que van a ir al cine y, de pronto, se calla porque descubre a sus padres en el pasillo. Ellos siguen camino, miran hacia delante.
Nadie se le anima a la mirada del niño porque es tan profunda que, al enfocarte a los ojos, en realidad, te está diseccionando el alma.
Ya mayor, se muda de casa, cursa estudios, se gradúa y sale a vender discos. También escribe. La ciencia ficción es su territorio, por allí camina, crece, interpreta a este y a todos los mundos que él intenta conocer.
Logra que le publiquen un cuento y arranca un desenfrenado proceso de creación literaria. Se hace conocido él y, sobre todo, su pensamiento político.
Lo persigue la CIA. Le abre correspondencia, le escucha las llamadas y le pone un tipo en la puerta de la casa: un hombre alto, de pelo engominado, traje oscuro, anteojos de sol, zapatos tamaño canoa, negros y brillantes. El inspector se aburre de esperar algo subversivo de un posible comunista al que solo ve, a través de la ventana, sentado, de frente a su máquina de escribir. Una tarde, invita a pasar a su casa al inspector, le sirve un té, conversa de cosas de este y otros mundos, y termina dándole clases de manejo de auto.
La buena relación con el enviado del Gobierno no calma su cabeza. Ve persecutores y espías por todos lados. Al posar su oído en el teléfono, escucha murmullos. En la tele, las interferencias se le revelan en formas casi humanas que quieren imponerle pensamientos. Está convencido de algo: su cabeza es el terreno que las Corporaciones y el Gobierno quieren colonizar y debe defenderlo con la vida. Se encierra, bloquea ventanas, hace salidas nocturnas, evita los encuentros públicos.
En el camino de la adultez van pasando las esposas, ya tiene hijos y le escasean los amigos. Casi nadie tolera oír sus revelaciones. El mellizo, ya adulto, ahora escucha voces que le descubren misterios de la existencia y le presentan un mundo místico. Una tarde, de la nada, empieza a hablar en una lengua antiquísimas que ni él conocía. Dice que alguien del pasado lo viene a ver y estaba hablando con la conciencia de ese ser.
Entiende que por sus conocimientos se le meten en la cabeza las Coporaciones y el Gobierno, quieren borrar las nuevas verdades y colonizar su mente para anularlo. Y él les planta batalla gatillando teclas. Dentro de la casa, el continuo tableteo de los golpes de los tipos en el papel da cuenta del grado de fuego del combate. No puede parar de escribir. Lo hace para vivir, porque su corazón late en cada una de las palabras y porque la paga mísera de los editores por sus cuentos y novelas ayuda para arrimar algo de comida al plato. Los editores que lo publican lo presionan, quieren de él una producción acorde al modelo Fordista que ha hecho del país una Potencia: mucho y barato. Él resiste, no pueden captarlo.
Pero la lucha deja huellas, hiende el alma, orada la piel, desangra por las heridas. Y, cuando ya no tiene fuerzas, le dan premios, los colegas le rinden homenajes, pero, para él ya es tarde. Tan tarde, como que no llega a ver su primera novela llevada al cine que el director Ridley Scott tituló Blade Runner.
Dos de marzo de mil novecientos ochenta y dos, fin del invierno, el mellizo, ya adulto, muere. Su propio padre lo entierra, allá, en el cementerio donde la lápida tiene el nombre de la hermana y ahora, también, lleva impreso el de él: Philip K. Dick. 16/12/11, Juan Guinot

Entrevista en Diálogos de Ciencia Ficción

MC Carper es un dibujante y escritor de gran talento. Hace años, no solo promueve su obra, sino que inventa herramientas para dar a conocer nuevos artistas del género de la ciencia ficción. En este enlace, podrás leer la nota completa que me hizo: http://dialogoscf.blogspot.com.ar/search/label/Juan%20Guinot Va un recorte: ¿Y cuando sentiste el impulso de escribir? Desde muy chico jugaba a armar historias haciendo dibujos, o con los juguetes y juegos de hermanos. Esa matriz de construcción de universos fue la que volqué más tarde al papel. Primero fueron pequeños cuentitos (mi vieja tiene registros de mi precoz pluma desde mis siete años). En la adolescencia pasé a los cuentos. Desde los treinta años me volqué a la novela, el microrrelato y el relato. ¡Uh, sí yo también! Encima tenía stormtroopers y los tipos de la cantina de La Guerra de las Galaxias y me armaba cada saga… Es que nunca terminaba la historia y las seguía como una vida alternativa. Creo que por eso mis padres piensan que no soy muy normal. Después conocí los juegos de rol y ahí si que armaba historias, agregándole algo de teatral con mis amigos de la secundaria que se acoplaban sin dramas ¿Jugaste rol alguna vez? No he jugado rol. Es algo que tengo pendiente. Pero si he jugado (y juego) a inventarme personajes y situaciones sobre los planos de la realidad en cualquier situación. Te doy un ejemplo: estos días tuve que ir dos veces al oculista porque se inflamaron los párpados; en la espera de una hora (sentado en una de las sillitas que miran al frente y atiborradas de pacientes) me irradiaron mensajes publicitarios de las operaciones de córneas que los del Centro de Ojo hacen y me empezaba a imaginar que todos los que estábamos ahí al momento de entrar a la consulta olvidábamos el mal que nos hizo ir y pasábamos a desesperar por tener una cirugía de córnea. Bué y de ahí mil cosas más que me sirvieron para soportar más de una hora. El subte es otro escenario de mis construcciones. Considero que eso es divertido y además sana de la locura cotidiana. Já, já ¡Tremendo! Pero creo que varios escritores de Cf (y otros que no) conocen esa misma experiencia. ¿Qué temas te gusta abordar en tus cuentos? Los aspectos psico y socioeconómicos, la ecología. Construyo historias sobre lo que estimo serán las relaciones vinculares y simbólicas entre los humanos (pisquis, cuerpo y alma), la tecnología y el medio ambiente. En general trabajo sobre mis temores e intento buscar escenarios para superarlos. Interesante. ¿Cuál es tu aspiración? ¿Fama? Espero que se editen mis escritos, tener lectores y poder dedicarme más tiempo a la escritura. Me gustaría mucho escribir para cine.

miércoles, 9 de mayo de 2012

El Gran Pez - Apertura que escribí para Radio América AM1190 ("Nobleza Obliga")

Pescador de historias
Es viernes. El sol cayó detrás de las colinas y el chico está pegado al cristal de la ventana, atento al camino de tierra. Una nube de polvo irrumpe en el horizonte y va corriendo a la cocina para decirle a la madre que papá está de regreso. El padre es viajante y pasa mucho tiempo lejos de la casa. Por eso, cuando llega, se huele a comida rica y la música ambiente es pura risa. El hombre empuja la puerta, tiene los brazos cargados de bolsas y un maletín. El hijo hace un pique recto, salta en el aire y se le se le prende al cuello, lo aprieta bien fuerte, no quiere soltarlo, no quiere que se le vaya de nuevo. El papá, mientras suelta lo que lleva agarrados de las manos para dedicar sus brazos al niño, le explica que lo tendrá dos días para él, que tiene para contarle unas historias increíbles. El chico lo suelta y se desliza en tobogán por la ponzota del papá. No le saca los ojos de encima, mientras van juntos al comedor. Cada uno se acomoda en su silla. El chico arrima el pecho a la mesa. El papá besa a su esposa y encara para el comedor. Se derrumba en la silla y suspira aliviado. Mira al chico, le dice que no sabe por dónde empezar a contar lo que sus ojos vieron esta semana. Hace un silencio, se rasca el mentón, luego la boca. Separa la mano de los labios y le dice que empezará con las aventuras en el bosque donde vive un gigante que toca las nubes con la punta de los dedos. La madre escucha; suelta una sonrisita mientras corta el pastel de carne. Luego va a su silla. No interrumpe ni para darle las gracias al Señor de que su querido esposo haya regresado a casa, que en su mesa no falte el pan y que su hijo sobrelleve, sin lamentos, los cada vez más prolongados viajes del padre, subido a la ilusión de conocer las historias que este le trae a la vuelta de cada gira. Ella disfruta de ver a los varones de la casa como viajan a un mundo imaginado que ella se pierde de visitar porque, tal vez, la fuerza de gravedad del hogar no le permita despegar las suelas de sus zapatos del piso de madera. Al chico le brillan los ojos hasta cuando, horas más tarde, caen los párpados porque no puede más de sueño. La mañana lo esperará con un desayuno y papá con sus historias, de esas que le cuenta cada vez que vuelve de los viajes largas. Esas que empezaron con la captura fallida de un pez gigante y abren en la cabeza del chico una explosión fantástica de creatividad y vida. Esta es, más o menos, la historia de la película “El Gran Pez”. El padre, en la película, es el actor Albert Finney que nació un 9 de mayo de 1936.

Estaré en el Festival Azabache 2012

Nos vemos en Mar del Plata, el viernes 11 de Mayo: 14 Hs: Presento mi novela "2022-La Guerra del Gallo" junto los escritores Carlos Salem y Carlos Marcos, en La Bodeguita - Calle Castelli 1252 (entre Güemes y Alvear). 18,30 Hs: “El horror al futuro: Philip Dick y sus paranoias”, con Juan Guinot, Ricardo Romero y José María Marcos. Coordina Ricardo Ruiz. CARPA DE LA PLAZA DEL AGUA. Para saber más: http://www.festivalazabache.com.ar/programa-2012/

lunes, 7 de mayo de 2012

La Guerra llegó a la Feria del Libro de Buenos Aires

Estuve en la Feria del Libro junto a Editorial Outsider, en el stand de la Pcia de Buenos Aires. Leí el primer capítulo de 2022-La Guerra del Gallo. En la foto, podés conocer a dos grandes escritores: Juan Martín Guastavino y Cristian Godoy. Con ellos comparto el placer de haber sido publicado por la editorial dirigida por Enzo Maqueira y Valeria Iglesias.

jueves, 3 de mayo de 2012

Senador A. McArthy - Apertura que escribí para radio América AM1190 - "Nobleza obliga"

El cazador del infierno El tipo recorre la redondez de su panzota con la palma de la mano derecha. Por momentos se detiene, arruga un pellejito con la pinza de sus dedos, lo mira feo y con los dientes apretados le dice a esa cirrosis espantosa que va a abrirse la piel para sacarla de su hígado. El tipo se muere, irremediablemente. Tendido en esa cama del hospital es lo más parecido a un gusano, sin seda para capullo y, mucho menos, futuro de mariposa. A la cama solo se le acercan dos enfermeros y el médico. Los enfermeros, esos dos jóvenes que se le arriman para inyectarle un sedante y, una vez dormido, asearlo, son demasiado pichoncitos para entender quién es esa persona allí tendida. En cambio, el médico, el que pondrá la firma en el certificado de defunción, sabe quién es el político alcohólico de la habitación cinco. Y cada vez que acude a la ronda para medir los signos vitales, piensa si no se pasa de bueno, si no debería darle algo de lo que le corresponde después de haberlo hecho sufrir tanto. Cada vez que llega a la habitación cinco y el político más temido de la década cincuenta lo saluda desde el lecho, le cuesta entender como ese ser débil, les quitó horas de sueño, años de futuro y compañeros del Partido. El tipo, hinchado, casi sin aliento, ve al doctor, de pie, en la punta de la cama y le ordena que se mueva, que haga su trabajo de curarlo. Y el doctor siente que las palabras del paciente, aunque maltrecho, salen de su boca como fuegos del averno. El doctor saca de la punta de la cama la carpeta con la historia clínica el paciente. La lee sin apuro. Repasa que las dosis de sedante ya son exageradas, que el último examen no revisa esperanza alguna. El político moribundo le sigue hablando, son palabras borrosas que le dan órdenes, lo insultan. El médico, con la carpeta en la mano derecha se acerca a la cabecera de la cama y le pregunta al tipo si tiene algo de qué arrepentirse. El paciente no responde. El médico retoma la iniciativa y le vuelve a preguntar si tiene algo de qué arrepentirse, que por lo menos lo haga con él, el médico que lo despide de la vida y lo padeció mientras militaba para el Partido Comunista. El tipo escupe espumas, la saliva biliosa vuela cargada de odio. El doctor deja de mirarlo. Saca su lapicera del bolsillo del delantal, pone delante de la carpeta un papel, lo firma. Gira la carpeta y se lo muestra al paciente. Los ojos salidos de las cuencas y a punto de apagarse llegan al leer, por última vez en la vida, que el encabezado de esa hoja dice “certificado de defunción”. El médico sale de la habitación cinco. No hace falta que se de vuelta para reconocer que un paciente ha muerto. En pocos pasos, llegará a un teléfono y dirá que el Senador Arthur McArthy acaba de morir. Lo que no dirá es que él fue testigo como volvió al infierno. El ideólogo del macartismo murió un dos de mayo de 1957.

martes, 1 de mayo de 2012

La Guerra por los pagos...

El semanario Protagonistas sacó la nota que podés leer acá: http://www.sprotagonistas.com.ar/index.php?option=com_content&view=article&id=2920:juan-guinot-presenta-su-novela-2022-la-guerra-del-gallo&catid=94:otros&Itemid=150

Nueva reseña de mi novela en España

Reseña publicada en España por el blog de crítica literaria "Explorando Lilliput": 2022 La guerra del gallo, es la primera novela que publica Juan Guinot (autor argentino) pero no la primera que escribe, tiene un archivo lleno de novelas (de ciencia ficción que es el género en el que él se suele manejar). Es una novela con la guerra de Las Malvinas como telón de fondo y para mí es una crítica, una sátira a ciertas actitudes y comportamientos humanos. Es serio lo que se cuenta, sin embargo Juan nos hace sonreír a menudo con las peripecias de Masi, el protagonista, un Quijote porteño que en su delirio llega hasta el Peñón de Gibraltar con el afán de conquistarlo. Por el camino aventuras y encuentros de este loco genial que se mueve en un futuro en el que vemos que una vez más no está claro quién está más loco si los cuerdos o el supuestamente loco, Masi. Juan Guinot utiliza un lenguaje muy personal, muy rico, con giros que no le he leído a nadie. No pretende imitar a otros escritores, es su estilo. Para visitar el blog: http://ralon0.wordpress.com/