miércoles, 26 de marzo de 2014

Marcela Kloosterboer la selfi para Yoel Eduardo - Te tiro una perdida. Cibersodio 28


Yoel Eduardo supera la parálisis que le provoca una lista de 194 teléfonos que no arroja una sola pista sobre quién es la chica selfie de sus sueños. La movilidad vuelve a su cuerpo cuando oye la voz tronante del actor principal. Viene desde el pasillo de la sala y le dice al actor secundario algo referido a la locura de sacarse fotos a cada rato. El actor secundario repite, rastreramente, “si es una locura” y el actor principal se despacha con la culpa es de  Ellen Degeneres y toda la sarta de mediocres que la imitaron sacando auto fotos. Yoel Eduardo no recuerda una Ellen Degeneres en el listado de teléfonos que le pasó Gonza. Entiende que, ahora, vino la señal que esperaba, clara, clarísima, pero esa Ellen no está y eso lo desespera. Llama a Gonza. Corta. Gonza responde la perdida y queda descolocado ante el reclamo de por qué Ellen Degeneres no está en la lista; le explica que esa mujer es estadounidense y que el listado que él le pasó solo tiene famosas que están re-buenas y que son argentas. Gonza siente el derrumbamiento inminente y, como conoce mejor que nadie al amigo, le pregunta por qué quiere contactar a esa mujer si ni siquiera habla inglés. Puchereando, Yoel Eduardo le cuenta todo desde el comienzo y Gonza le dice que si quiere una chica selfie famosa, ataque a Marcela Kloosterboer que está en el listado. Le cuenta que hace unos meses se publicaron auto-fotos de ella algo hot y se conoció que la bella de Marcela tiene debilidad por autosatisfacerse en la captura de su imagen.
Suficiente, no dice Yoel Eduardo, pero suena a eso el corte de teléfono sin mediar un “gracias” o, mínimamente un “chau”.
Abre el WhatsApp, se lanza a la búsqueda, pasa todos los contactos, la encuentra, escribe:
Yoel Eduardo: Vos poné la cámara que yo pongo el rollo. Mañana te cuento, toy a full (pulgar para arriba)

Se desconecta. El actor-potencia compone en el pulso del mensaje un blend entre misterioso y solicitado. Nada de regalarse, nada de repetir viejos yerros, con Marcela Kloosterboer, presiente, su vida va hacia una nueva etapa.