sábado, 19 de noviembre de 2011

Presentación del libro de relatos y crónicas Verso y reverso








Anoche, en La Libre, fue la presentación del libro que antologamos con Patricia Suarez y Gabriela Cabezón Cámara.
Relatos, crónicas y hasta un guión respetan el sentido de la convocatoria: escribir sobre una profesión y/o actividad muy característica de un género, pero efectuada por el sexo opuesto.
La concurrencia se apretó en el salón de eventos de La Libre para escuchar las lecturas de: Selva Almada y su cuento de la operaria de máquinas viales ("Los conductores, las máquinas, el camino"); Clara Anich leyó un fragmento de su "Él, mi taxi boy"; Javier Sinay nos contó algo de la Pastora Delia ("Delia, con la cruz por delante") ;Alejandra Zina cerró la ronda con los aires marinos de su texto "Toro y El Chavo".
El libro se completa con textos de Celia Dosio, Marina Macome, Patricia Suarez, Fernanda Nicolini, Pía Bouzas, Lionel Giacometto, Sebastián Scherman, Julián Gorodischer, Emanuel Alegre, Tito Arrúa, Antonela de Alva y yo.
La distribuidora dice que a partir del lunes empieza a sembrar libros por todas la librerías.
Si lo querés y no podés encontrarlo, escribile a nohayverguenzaediciones@gmail.com

Sobre Verso y reverso:
Esto es una antología de cuentos. Contiene una crónica periodística y un guión, pero se atiene en lo fundamental, a la función más clásica del género, que es contar una historia, hacer relato. Esta antología empieza con la propuesta de un tema a sus escritores: el género -ahora hablando del que se define en términos de construcción cultural de las sexualidades- en el mundo del trabajo: hablar de lo que se percibe como discontinuidad y novedad, y narrar sus dulzuras y asperezas. Casos, momentos, pequeñas historias de mujeres que hacen el trabajo tradicionalmente destinado a los varones y viceversa. Se habla del trabajo, del oficio, como única herencia y en ese sentido parece que la contemporaneidad hablara de gremios medievales. Cerca del medioevo, también, el campo del milagro.
Fragmento del prólogo escrito por Gabriela Cabezón Cámara