Los editores de revista miNatura nos sorprenden con un número imperdible. El dossier es sobre ciberpunk. Textos e ilustraciones nos introducen a un mundo de límites díficiles de discernir.
Dentro de tí es un texto que nació para el blog "54 semanas" (España) del fotógrafo Erik Molgora y que reescribí para este número de miNatura.
Hay información sobre concursos, biografía de los escritores y dibujantes del dossier, y se abre la próxima convocatoria para el número dedicado a Edgar Alla Poe.
Ricardo y Carme ¡Felicitaciones.!
Para descargar la revista:
http://www.servercronos.net/bloglgc/media/blogs/minatura/pdf/RevistaDigitalmiNatura102.pdf
Dentro de ti
No me va a conmover tu llanto, sé lo que sigue. Ahórrate el número, conozco el protocolo tanto como a la punta de mis dedos que lo han escrito.
He venido por ti. Estás muy cambiada. No eras así cuando birlaste el código de seguridad de mi ordenador. Recuerdo perfectamente que te acababa de crear, estábamos aguardando nuestro vuelo que venía con retraso y aprovechaste mi distracción al desatarse la tormenta de desechos espaciales. Es como si lo estuviese viendo: los pasajeros en la sala de pre-embarque rezaban mientras una lluvia iridiscente rasgaba la opacidad de la noche. No sé qué me pasó, el espectáculo era increíble, bellísimo: las caras de pánico de los pasajeros y ese cielo nacarado, del otro lado de los cristales, me perdieron. Abriste la puerta, huiste por el cobertizo de la maraña de redes, pillaste el sendero que se desintegra al dar el paso y te perdí. Así de simple viene el dolor, con una partida inesperada. Si supieras cuan grande ha sido el trabajo de mis motores de búsqueda.
Te veo y no lo puedo creer, has llegado a ser famosa y deseada. Pensar que eras plana, supuestamente encriptada, el embrión de algo fabuloso.
Tú misma me has llamado. No te hagas la desentendida, lo hiciste en esta nota de la revista del domingo y el periodista tuvo la amabilidad (supongo que con tu seductora sugerencia) de colocar como título: "Lo importante está en el interior". Me llamaste, y aquí me tienes. No llores, por favor. Solo sentirás un pinchazo agudo y volverás a esta máquina. Así podremos completar el trabajo. Siento de veras que deba llevarte y que, para siempre, pierdas el contacto con este hermoso cuerpo.
