martes, 19 de enero de 2010

Fuego de mente en la revista miNatura (España-Cuba)


Con la ilustración de Niko Mazzón, la revista cubano-española MiNatura ha publicado en el número dedicado a Dragones mi relato corto "Fuego de mente".
Los invito a disfrutar de este excelente número de la revista de lo breve y lo fantástico:
http://www.servercronos.net/bloglgc/media/blogs/minatura/pdf/RevistaDigitalmiNatura99.pdf

Fuego de mente
Tran Quang, sin armas, está en el parking del centro comercial para enfrentar al dragón de dos cabezas que ha destrozado a su pueblo.
A través de los cristales de la tienda de GAP salen trece maniquíes arropados en fuego y aterrizan sobre el asfalto. Las trece hogueras despiden lenguas colorinches y los crespones de humo se amalgaman en una gran nube negra.
Las paredes tiemblan y el dragón de dos cabezas irrumpe por el local de Mc Donald´s. Las marquesinas sucumben y tan solo la de Merry Christmas queda pendiendo de un tornillo.
El dragón de dos cabezas saca una pata, luego otra, se carga el cartel de McDonald´s y cada cogote lleva un arco dorado de collar. Sacude las cabezas, el cartel de McDonald´s vuela por el aire y lo ajusticia de un coletazo: Tran Quang recibe una lluvia de gotitas plásticas, no pestañea y profundiza la mirada en los cuatro ojos del oponente.
Los berridos de la cabeza izquierda ensordecen y la cabeza derecha opta por escupir llamas intimidatorias. Tran Quang no se mueve. Las patas del lado derecho del dragón avanzan, pero las de la izquierda no las siguen y se despatarra en el piso. La cabeza del lado derecho gruñe desde el suelo y la cabeza izquierda le responde con un latigazo de la cola en medio de la cresta verde. Tras el golpe, la cabeza derecha refunfuña cenizas y brasas. El pavimento del parking está cubierto por un manto de humo y pedacitos de plástico. Tran Quang profundiza aún más con la mirada, respira pedregoso; ha desconcertado a la bestia.
El dragón recula a marcha desalineada y toca con el lomo la marquesina de Merry Christmas que pierde el último agarre, se desploma y le cae encima: cuellos y lomo reciben los pinchazos mortales.
La mirada de Tran Quang profundiza en los cuatro ojos cenicientos del dragón de dos cabezas. Esperará en calma hasta que la bestia se consuma en su propio fuego de mente.