Dos temas
movidos antes de los lentos, hay que sacar a bailar a la chica que elegiste
para novia y futura madre de tus hijos. Calcular el momento del asalto amoroso
no es difícil. El disc jockey te tiene acostumbrado a que pone siempre las
mismas canciones para bajar de movido a lento: Cosita loca llamada amor y Joyride
de Roxette. Si no fuera porque la púa
le salta cada dos por tres, apostaría porque tiene todo grabado, pero no, el
tipo lo hace de memoria, los enganches salen siempre igual y esa es su
habilidad.
Vuelvo. La de
Queen va por la mitad y te acercás a la chica de tus sueños, le tocás el
hombro, ella se hace la sorprendida y se la seguís, le decís un “hola” y la
sacás a bailar. Pisás la pista justo cuando empieza la de Roxette y le cantás
en la cara “Hello, you fool, I love you” que es lo único que sabés y empezás
con la pantomima de tocar la guitarra eléctrica. Ella se ríe y su sonrisa, de
golpe, se le llena de pequitas luminosas: la bola soltó la lluvia de estrellas.
El corazón te late, te ponés nervioso, las señales del lento están en la pista
y lo confirmás porque el filamento de la única luz negra se enciende y vez como
los dientes de tu chica, afectados por la luz negra se hacen blanco alma y
desaparecen porque ella ya deja de reír. Entendés, también, que se está
poniendo nerviosa porque llega el baile de tocarse, apretarse, como dos que se
inician en el camino del contacto de los cuerpos que a partir de un lento,
pasarán a entenderse así, por toda la vida y hasta que la muerte los separe.
El DJ mete Luca
de Suzanne Vega. Dejan de titilar las torres con foquitos multicolores. Quedan
la lluvia de estrella y la luz negra. Casi a oscuras, la ves de gesto serio. Y
entendés eso que dice tu viejo, que las mujeres son calculadoras, y te la
imaginás haciendo las cuentas de hijos, casa yautos para la familia que estás
fundando. De golpe, tiene algo en el gesto que te recuerda a la profe de
matemáticas, te lo bancas, porque ya estás preparado para verla con cara de
recién levantada, ella será la mujer de tu vida.
Ves
alrededor y las parejas ya están prendidas
como garrapatas, mientras que ella baila movido, pero como en cámara lenta y
cada vez que te acercás da un paso atrás. Te ponés alerta como un avión que
espera la orden de la torre de control para aterrizar, sabés cae de maduro. Y
llega el momento de transmitirle calma, te
arrimás, apoyás una mano a su hombro, acercás tu boca a su oreja, le
decís que este tema es Luca, que te encanta, le apoyas la mano libre en el otro
hombro, quedás cara a cara y le zampás un chupón. Ella tira la cabeza para atrás,
despega los labios de los tuyos y los labios te duelen como cuando, por pavear,
te pegan una cinta scotch en la boca y te la sacan de un tirón. Ella te dice “
¡qué hacés loco!”, lo dice feo, te hace doler, sentís que te clavan una espada
de Samurai en la panza, te da la espalda y se va por en el laberinto de parejas
pegoteadas e indiferenciadas en el magma de la música lenta.
La lluvia de
estrellas y tu chica, son tragadas por el agujero de la luz negra.
Derrotado, bajás
de la pista, vas a la barra, pedís un ginc tonic, el primero de tu vida, el que
te hará sentir el rigor de un pedo por despecho. Al lado se te aparece un pibe
que tenés visto de los intercolegiales de volley, un flaco de más de dos metros
de alto. De la nada, sentís que son como hermanos y largás que tu novia acaba
de dejarte. El flaco, que casi no habla, y se parece a Spok (el de Viaje a las
estrellas), te mira extrañado, te dice que te entiende, que es re choto no
tener novia, estar solo. Te toca la cabeza y te dice que chupes tranquilo, que
él te acompaña a tu casa.
Luca, el tema
con el que empiezan los lentos, es interpretado por Suzanne Vega, quien nació
un día como hoy, en California.