La cosa
es simple, le dice Gonza a Yoel Eduardo,(después que éste le confesó que estuvo
tirándole perdidas a Karina Jelinek todo el fin de semana y que la Diosa no le
devolvió el llamado) para que tu planta fructifique tenés que volver a las
raíces. Yoel Eduardo reemplaza palabras por respiros, Gonza (al otro lado del
teléfono) intuye que el amigo está buscando con la mirada algún árbol, lo
conoce hace bastante como para captar al toque cuando no entendió algo. Cambia
el mensaje, va directo, le dice que tiene que volver al WhatsApp que lo vio
triunfar.
Yoel
Eduardo no responde o, más bien, responde cortando el llamado. Gonza no se va a
ofender, entiende en ese acto que va reencauzando al pupilo.
Yoel
Eduardo, apoyado contra una columna del hall del teatro, no espera a que pase
la segunda función:
Yoel
Eduardo: Hola, volví
Karina
Jelinek: (Carita con sonrisa)
Yoel
Eduardo: Cabecita de melón vas a dejarlo capón JaJaJa
Karina
Jelinek: So graziozo
Yoel
Eduardo: Las rompiste!!! (carita con guiñe de ojo)
Karina
Jelinek: A vo te via a romper (carita de enojada)
Yoel
Eduardo: Soy tu salvador, conmigo se te arregla todo (Flor)
Karina
Jelinek corta.
Yoel
Eduardo queda desconcertado, sabe que, después de estar unas fechas afuera del
WhatsApp esta falto de ritmo y precisión. En la boca le quedó un regusto feo.
Llama a Gonza, le cuenta lo que pasó, Gonza se lo quiere comer crudo, le dice
que no es buena estrategia abordar a una mina desde las malas. Yoel Eduardo
quiere explicarle que él quería hacerle notar que el paso en la Tierra es
efímero y esto de darle un cabezazo en los huevos al compañero del Bailando
será nada en la vida de ella como para estar amargada por esi.
Gonza le
corta abruptamente la llamada en el mismo momento en que el Jefe le pega un
grito para que suba a operar el reflector de una sala casi vacía que está por
dar la función del Joven proletario, anti éxito de taquilla de la Avenida
Corrientes.