martes, 7 de mayo de 2013

Charco Negro - puente literario entre Argentina y España



Charco negro: breve historia de un libro
Buenos Aires, primer jueves de agosto del 2012. Ciclo literario porteño “Carne Argentina”, Bar de FM La Tribu. Once de las noche, momento de tertulia. Cerveza en manos, Juan Guinot le cuenta a Luis Mazzarello su idea de armar una antología que agrupe referentes del género negro, de uno y otro lado del charco.
Juan acaba de llegar de la Semana Negra de Gijón (España). Unas semanas antes había participado del festival Azabache (Argentina). En poco tiempo, fue testigo del encuentro llano entre escritores emergentes y consagrados. Además, durante los intercambios entre autores, encuentra puntos de interés común entre los escritores españoles y argentinos.
El director de Wu Wei le da luz verde. Al día siguiente, se contacta con Marcelo Luján y Carlos Salem, y comienza la tarea de escribir las invitaciones. En los emails las cosas se dicen como son, cuenta que se quiere hacer una antología del género con escritores que hayan participado de la SN de Gijón y Azabache. Los relatos reflejarían la composición de la literatura vista en esos encuentros, dominados por lo policial y, en menor medida, la ciencia ficción, lo fantástico y el terror. En ese primer contacto se cuenta que Wu Wei será la editorial en Argentina y que si bien se pretende lanzar también en España, todavía no se tiene quién lo publique en España.
A las pocas horas de enviar los emails de invitación, los escritores convocados confirman su apoyo al proyecto y se reciben los primeros cuentos.
7 de septiembre del 2012. Un email sorpresivo. Carlos Gumpert, editor de Unosmasuno, escribe a Juan desde Madrid. Luisgé Martín (uno de los escritores de esta antología) le ha contado del proyecto. Quiere ser la editorial española que publique Charco Negro.
El proyecto, concebido para ser editado en simultáneo a ambas orillas del charco, en treinta días ya tenía forma.
Los editores acuerdan los primeros lineamientos para el trabajo en equipo. Por email, se presenta a los editores a cada uno de los autores.
La recepción del último relato llega cuando el sol de noviembre calienta el asfalto porteño y las lluvias de primavera sacan el verde hasta en las juntas de las baldosas. Mientras, en Madrid, el otoño fresco pinta la postal con árboles desnudos y un sol que solo calienta en las siestas.
Pasaron tres meses desde el día en que se disparó la idea en aquel bar porteño. Noventa días frenéticos en los que un proyecto mutó a libro. Visto, hoy, con vos/contigo, delante de estas líneas, con el libro en la mano, catando el aroma de la tinta y decidido a entrar en las historias de veintidós autores del género negro, no podemos menos que emocionarnos. 
Para nosotros, Charco Negro no es solo una recopilación de excelentes relatos. Es también un intento, modesto cuanto se quiera pero de toda contundencia, para tender puentes entre ambas orillas, una reivindicación, al fin y al cabo, de la vitalidad de la literatura que se está haciendo en nuestro idioma común, en dos de sus muchas variedades, la hispánica y la argentina. Y, a la vez, una llamada de atención, una suerte de protesta, sobre el desconocimiento mutuo que, más allá de algunos nombres consagrados, nos aqueja.
En tiempos donde tantas cosas a nuestro alrededor se desmoronan, Charco Negro sale adelante. Creemos que la idea fuerza de la convocatoria, las ganas de los autores de compartir un espacio literario que englobe a lectores de ambos márgenes del Atlántico y la construcción colectiva del proyecto han sido la única receta mágica para trascender un mundo donde las miserias humanas, las personales y las sociales, se revelan a cada vuelta de la esquina, tal como muchos de los cuentos de este libro dan testimonio.
Luis Mazzarello & Carlos Gumpert, Buenos Aires/Madrid, 5 de abril del 2013.