Es una novela revolucionaria porque habla del amor y, en un mundo de playmóbiles, afiliarse al amor es transitar el camino de la insurgencia. Me enamoré de una vegetariana te trae la historia de dos chicas que se conocen en el colegio, en ese momento de la existencia donde se vive en perpetuo estado de efervescencia-redoxón. El libro es súper entretenido, con dosis de humor y drama, y personajes entrañables. La catalogación de la industria la ubica en el estante de novela juvenil, pero la novela de Patricia Kolesnicov Gordon también llegó para rebelarse a cualquier segmentación de mercado e ingresar al universo de los lectores ávidos de muy buena literatura.